El telón de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026 se baja con un duelo cargado de tensión y expectativas: Venezuela recibe a Colombia en Maturín, en un partido que para la Vinotinto significa la última oportunidad de asegurar un lugar en el repechaje, mientras que para la Tricolor será la ocasión de reafirmar su autoridad y cerrar con broche de oro una campaña ya exitosa.
Colombia, juez sin presión
La Selección Colombia llega con la clasificación asegurada, después de un camino sólido bajo la dirección de Néstor Lorenzo. Con figuras como Luis Díaz y James Rodríguez, el equipo cafetero no solo busca mantener su racha positiva, sino también sumar puntos que lo acerquen a ser cabeza de serie en el próximo sorteo mundialista. Aunque el grupo está libre de la presión del resultado, el compromiso sigue siendo grande: demostrar jerarquía en condición de visitante y amargarle la fiesta a un rival necesitado.
Venezuela, a todo o nada
Para Venezuela, este partido es literalmente una final. La Vinotinto se aferra a la posibilidad de clasificar por primera vez a un repechaje mundialista y depende de sí misma: un triunfo frente a Colombia la pondría en la repesca. El ambiente en Maturín promete ser eléctrico, con el estadio Monumental a reventar y un país entero soñando con hacer historia.
Mientras Colombia llega con equilibrio y variantes ofensivas, Venezuela apostará por la garra y la contundencia de referentes como Salomón Rondón, acompañado por la velocidad de extremos como Savarino o Soteldo. El choque promete ser intenso: la Tricolor como juez, y la Vinotinto como protagonista de su propio destino.
Más que un partido
Aunque el historial favorece a Colombia, en esta ocasión las circunstancias juegan distinto. El peso de la necesidad está del lado venezolano, pero el talento y la jerarquía de los colombianos pueden marcar la diferencia. Además, en lo individual, Luis Díaz buscará seguir sumando goles y pelear el título de máximo artillero de la eliminatoria.
El Colombia vs Venezuela no es solo el cierre de una eliminatoria, es el reflejo de dos realidades: la tranquilidad de un clasificado y la ilusión de un país que nunca ha estado tan cerca de alcanzar el sueño mundialista. Será un partido de emociones, orgullo y futuro.
