El mundo de la música urbana en Colombia vive uno de sus capítulos más polémicos tras conocerse una denuncia que involucra al cantante Blessd y al entorno del artista Pirlo. Según la acusación, Iván Andrés Galindo, mánager de Pirlo, habría sido víctima de secuestro, tortura, amenazas y lesiones personales en un hecho ocurrido el 21 de mayo de 2024 en el sector de Alto de las Palmas, Medellín.
De acuerdo con la versión del denunciante, tras una grabación musical el equipo de Pirlo fue citado al camerino de Blessd. Allí se encontraron con hombres encapuchados y armados, quienes los despojaron de sus celulares y pertenencias, los golpearon y los amenazaron con cortarles la lengua o los dedos. Incluso, Galindo aseguró que fueron sometidos a extracciones de sangre bajo la supervisión de una persona vestida con indumentaria médica, con el supuesto objetivo de cotejar rastros de un robo de joyas.
El encierro habría durado cerca de hora y media, tras lo cual las víctimas fueron liberadas bajo advertencias de no hablar sobre lo sucedido. La denuncia está actualmente en manos del Fiscal 14 Especializado del Gaula de Medellín, que ya adelanta entrevistas, inspecciones y valoraciones médico-legales, aunque hasta el momento no se ha programado audiencia de imputación.
Por su parte, el equipo legal de Blessd rechaza los señalamientos y sostiene que se trata de acusaciones falsas e inconsistentes. El abogado del artista, Luis Ángel López, señaló que Blessd no ha sido formalmente notificado de cargos y que las versiones del denunciante han cambiado con el tiempo.
Pirlo, aunque no fue directamente agredido, se ha pronunciado en redes sociales con mensajes en los que pide “hacer las cosas bien” y advierte que “los caídos son otros”, declaraciones que han aumentado la tensión alrededor del caso. Además, apuntó al influencer Westcol, acusándolo de intentar frenar su carrera desde hace un año. Este señalamiento derivó en una contraofensiva legal, donde el abogado del mánager de Pirlo pidió a Westcol retractarse públicamente en un plazo de 48 horas.
El proceso continúa bajo investigación y mantiene en vilo a la industria musical urbana, que ahora observa cómo uno de sus exponentes más reconocidos enfrenta acusaciones que trascienden la música y se instalan en los estrados judiciales.